Serena Williams, una de las tenistas más icónicas con 23 títulos de Grand Slam y cuatro medallas olímpicas, calificó su victoria en el Abierto de Australia de 2017 como el logro más impactante de su carrera. En ese torneo, ganó sin perder un set mientras estaba embarazada de nueve semanas de su primera hija, Olympia, un hecho que aún hoy la sorprende.
En una conferencia en Berlín, la estadounidense confesó que apenas podía comprender cómo logró competir y ganar en esas condiciones. Relató que en ocasiones se quedaba sin aliento durante los puntos y que no había revelado su embarazo a casi nadie, salvo a su hermana Venus, quien fue su rival en la final de ese torneo épico. Williams recordó sentirse culpable por mantener ese secreto en un momento tan decisivo.
La extenista, que se retiró en 2022 tras una carrera de 27 años, habló además sobre su transición hacia el mundo de las inversiones como líder de Serena Ventures. Su paso del deporte profesional al capital privado refleja su interés por seguir dejando huella más allá de las canchas.