México vive una guerra digital silenciosa. Según el informe Panorama Global de Amenazas 2025 de FortiGuard Labs (Fortinet), el país sufrió 35,200 millones de intentos de ciberataque solo en el primer trimestre de 2025, lo que equivale a más de 270 mil ataques por minuto. Esta cifra coloca a México como el segundo país más atacado en América Latina, solo por detrás de Brasil.
El reporte detalla un entorno en deterioro, con grupos criminales digitalizados, espionaje respaldado por gobiernos y errores humanos como principales vectores de ataque. Herramientas como FraudGPT y SIPVicious permiten escaneos y suplantaciones a gran escala, mientras que la IA se ha vuelto arma de doble filo: genera deepfakes, phishing indetectable y hasta malware personalizado.
Los grupos del llamado Crimen como Servicio (CaaS) dominan la escena, explotando el mercado negro de credenciales y el acceso inicial a redes empresariales. En 2024 se compartieron más de 100 mil millones de contraseñas en la dark web.
En México, sectores como salud, educación, manufactura y finanzas son los más vulnerables, en parte por el uso de herramientas desconectadas y falta de profesionales capacitados. De hecho, la brecha de talento en ciberseguridad en América Latina supera los 1.3 millones de personas.
A esto se suman hacktivistas convertidos en extorsionadores, y grupos estatales como Lazarus o APT28, que atacan infraestructura crítica. Telegram se consolida como su canal de coordinación.
El informe concluye que México enfrenta una tormenta perfecta: tecnología avanzada en manos equivocadas, una débil infraestructura de defensa, y regulaciones que no alcanzan a seguir el ritmo del delito digital.
