A cinco años de la entrada en vigor del capítulo laboral del T‑MEC, México acumula 37 quejas presentadas a través del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR) y ha enfrentado seis paneles formales por desacuerdos. Desde el primer reclamo en 2021, en plantas de General Motors y Tridonex, se ha observado un incremento constante: tres casos en 2022, 13 en 2023, 13 en 2024, y seis adicionales en lo que va de 2025, afectando principalmente a sectores como autopartes, electrónica y automotriz.
Los motivos más recurrentes incluyen interferencia patronal en 26 ocasiones, discriminación y despidos vinculados a actividades sindicales en 18 casos cada uno. A pesar de estos desafíos, más de 30 000 trabajadores se han beneficiado directamente del mecanismo, con más de 100 millones de pesos en salarios caídos y otros derechos resarcidos.
Especialistas como Arturo Alcalde Justiniani reconocen que el MLRR ha sido eficaz para defender la libertad sindical, aunque señalan la necesidad de mejorar su transparencia, simetría entre los países y gobernabilidad interna. En opinión de Pablo Franco, el mecanismo es ya una herramienta “clave” para garantizar mejores condiciones laborales.
En un contexto de próximas revisiones del T‑MEC en 2026, el avance del MLRR expone un balance crítico: logros tangibles en derechos laborales, pero también una elevada tensión estructural que exige ajustes profundos en mecanismos nacionales e internacionales.