Los futuros de acciones de Estados Unidos experimentaron una caída, reflejando la creciente incertidumbre de los inversores. Las dudas sobre el futuro de las tasas de interés y, en particular, la sombra de los aranceles propuestos por Donald Trump, están generando nerviosismo en los mercados. Esta situación se produce mientras el gobierno estadounidense busca cerrar acuerdos comerciales cruciales, aunque con la fecha límite extendida hasta el 1 de agosto.
El escenario para el mercado de valores estadounidense se complica por la expectativa de que la Reserva Federal podría mantener una política monetaria restrictiva por más tiempo, lo que impactaría el costo del capital y las valoraciones empresariales. Sin embargo, el factor más apremiante parece ser la posible reactivación de una política de aranceles proteccionistas por parte de una futura administración Trump. Estas medidas podrían desestabilizar las cadenas de suministro globales, aumentar los costos para las empresas y, en última instancia, repercutir en el consumo.
La extensión del plazo para alcanzar acuerdos comerciales hasta el 1 de agosto añade una capa de espera. Si bien esto da más tiempo para la negociación, también prolonga la incertidumbre para las empresas y los inversores. La reacción del mercado subraya la sensibilidad a las políticas comerciales y monetarias, y cómo las expectativas de cambios significativos pueden influir drásticamente en el sentimiento de los inversores, incluso antes de que se materialicen las medidas.