Volkswagen ha dado un giro significativo al nombre Jetta, transformándolo en China de un icónico sedán global a una marca independiente dentro del conglomerado FAW-Volkswagen. Este cambio se materializa en el nuevo Jetta VS8, un SUV mediano desarrollado exclusivamente para el mercado chino, que no será exportado a México ni a otros países.
Basado en la plataforma MQB que sustenta modelos como el Tiguan o SEAT Ateca, el VS8 integra un motor TSI de 1.4 litros con caja automática de seis velocidades. Sin embargo, sus diferencias con el Jetta que se fabrica en Puebla van más allá del tren motriz. Su diseño presenta una parrilla frontal del mismo color de la carrocería, faros unidos por una tira LED, y una defensa con aerodinámica activa. En la parte trasera destacan calaveras angulosas y una barra luminosa.
Con 4.6 metros de largo, 1.8 de ancho y 1.6 de alto, el VS8 se posiciona en el segmento de SUV medianos, compitiendo en tamaño con modelos como el Toyota Corolla Cross. A pesar de compartir nombre, el modelo no tiene relación estética, mecánica ni comercial con el Jetta sedán.
La estrategia detrás de esta decisión radica en la independencia operativa de FAW-Volkswagen, que diseña, produce y distribuye vehículos según las necesidades locales, dejando fuera a mercados tradicionales como América Latina. El VS8 evidencia cómo la globalización automotriz puede dividir caminos incluso bajo un mismo emblema.