La Comisión Federal de Electricidad (CFE) afirmó el 8 de julio que no ha existido riesgo de apagones durante este verano, gracias a un Margen de Reserva Operativo (MRO) superior al 10% en promedio. Según sus cifras, incluso en los días de mayor demanda —como el 9 de junio, cuando se alcanzaron 52,945 MW— el sistema se mantuvo estable, respaldado por acciones como 270 mantenimientos preventivos y la entrada de nuevas centrales.
Sin embargo, expertos energéticos piden precaución. Aunque la CFE presume de un verano sin interrupciones, analistas como Ramsés Pech y Oscar Ocampo del IMCO coinciden en que la red eléctrica nacional ya opera al borde de la saturación. Pech advierte que la infraestructura actual no fue diseñada para la sobrecarga que enfrenta hoy: “un tablero que antes tenía 10 cables, ahora conecta más de 100 solo en una colonia”.
Ocampo, por su parte, señala que regiones como Baja California y la Península de Yucatán siguen sin estar plenamente integradas al Sistema Interconectado Nacional (SIN), lo que las hace especialmente vulnerables. Además, la falta de infraestructura para transportar energía renovable desde zonas estratégicas como Yucatán limita su aprovechamiento.
Aunque el gobierno planea invertir más de 624 mil millones de pesos hasta 2030 —con un 31% destinado a transmisión y distribución—, expertos creen que se necesita al menos el triple. La gran pregunta es si el presupuesto actual de la CFE y su modelo financiero, sin nueva deuda, realmente será suficiente para sostener el crecimiento eléctrico nacional.