El Gabinete de Seguridad del Gobierno de México confirmó la apertura de una investigación federal por el robo de un camión que transportaba 33 toneladas de concentrado de oro y plata, sustraído en una carretera de Jalisco. El hecho ocurrió en la ruta entre Guadalajara y Manzanillo, una vía clave para el traslado de mercancías de alto valor.
La empresa minera responsable del embarque, cuya identidad no ha sido revelada, denunció que el robo ocurrió sin que hasta ahora haya detenidos ni recuperación del material. El cargamento, que estaría valuado en varios millones de dólares, fue sustraído por un grupo armado aún no identificado. Las autoridades han activado protocolos de búsqueda, inteligencia y colaboración interestatal para dar con los responsables.
Pablo Lemus, gobernador electo de Jalisco, expresó preocupación por la falta de resultados y exigió que la Fiscalía General de la República y la Guardia Nacional esclarezcan el caso con prontitud. Además, pidió investigar posibles omisiones de las autoridades de seguridad del estado durante el traslado.
Este incidente ha puesto en evidencia los riesgos logísticos que enfrentan las industrias extractivas en México, especialmente en corredores considerados estratégicos pero vulnerables a la delincuencia organizada. La opacidad en torno a los detalles del robo también ha levantado sospechas sobre fallas en la cadena de custodia y posibles complicidades.