La Fórmula 1 se prepara para un posible sacudón histórico en su mercado de pilotos. El nombre en el centro de la especulación es Max Verstappen. El tetracampeón neerlandés de Red Bull estudia su futuro y decidirá a finales de agosto si continuará en Milton Keynes o si protagoniza un bombazo al fichar por Mercedes. La cláusula de rendimiento que podría activar al término del receso veraniego permitiría su salida anticipada, a pesar de que su contrato vigente termina en 2028.
La salida de Christian Horner como jefe de Red Bull, los problemas de competitividad del RB20, y la ausencia de figuras clave como Adrian Newey, han debilitado la estructura que lo catapultó al éxito. Mientras tanto, Mercedes, bajo la aprobación de su CEO Ola Källenius, está dispuesto a ofrecerle un contrato cercano a los 100 millones de dólares anuales.
Si Verstappen se une a Mercedes, el efecto dominó sería inminente: George Russell aún no renueva y podría recalar en Red Bull si es desplazado por Kimi Antonelli, joven promesa que perdería su butaca en Brackley. Carlos Sainz, hoy en Williams con cláusula de salida, podría reemplazar a Verstappen, liberando su asiento para Antonelli. También Aston Martin, ante un probable retiro de Fernando Alonso, podría entrar al juego por Russell.
Mientras tanto, Red Bull alista una renovación total: Yuki Tsunoda quedará fuera y se espera la llegada de Isack Hadjar como piloto titular, con Liam Lawson y Arvid Lindblad como piezas clave del equipo filial Racing Bulls.