La Bolsa de Londres (LSE) está evaluando la revolucionaria propuesta de operar las 24 horas del día, siete días a la semana. Esta iniciativa, de concretarse, redefiniría el panorama de los mercados financieros globales, permitiendo transacciones continuas que se adaptarían mejor a la interconectividad de la economía mundial y la creciente influencia de los mercados asiáticos.
Actualmente, la mayoría de las bolsas operan con horarios fijos, lo que crea brechas de tiempo y requiere que los inversores ajusten sus estrategias a diferentes zonas horarias. Una operación ininterrumpida de la LSE facilitaría la negociación de activos, especialmente para inversores internacionales, y podría aumentar la liquidez y la eficiencia del mercado. Esta medida también posicionaría a Londres a la vanguardia de la innovación en infraestructura de mercado, compitiendo con la tendencia hacia los activos digitales que ya operan sin interrupciones.
Sin embargo, la implementación de un modelo de 24 horas presenta desafíos significativos. Requiere inversiones masivas en tecnología, seguridad y personal, además de abordar cuestiones regulatorias y de bienestar de los empleados. La decisión de la LSE reflejará su ambición de mantener su relevancia como uno de los centros financieros más importantes del mundo en una era de digitalización y globalización acelerada.