Este 3 de agosto, el secretario de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo, en representación de la presidenta Claudia Sheinbaum, encabezó en el CNAR la ceremonia de abanderamiento de la delegación mexicana rumbo a los Juegos Panamericanos Junior Asunción 2025, donde competirán 381 atletas en 38 o 39 disciplinas según la fuente. La ceremonia también contó con la presencia de Rommel Pacheco (Conade) y María José Alcalá Izguerra (Comité Olímpico Mexicano), reforzando la narrativa de unidad institucional entre deporte, educación y desarrollo nacional.
Delgado destacó que esta generación encarna la estrategia “Vive saludable, vive feliz”, que promueve valores como disciplina, constancia y formación ética, integrando deporte y educación para construir un país más sano y justo.
Rommel Pacheco anunció incentivos económicos para los medallistas: 16 000 pesos mensuales por oro, 14 000 por plata y 12 000 por bronce durante un año, como reconocimiento al rendimiento deportivo.
Sin embargo, más allá del simbolismo, surge una pregunta clave: ¿qué tan sostenibles son estos apoyos y motivaciones una vez pasado el ciclo juvenil? La transición a competencias mayores exige estructura de formación continua, seguimiento profesional y sistemas de acompañamiento que vayan más allá de becas menores y reconocimientos formales.
La participación en Asunción (del 9 al 23 de agosto) representa el primer paso hacia Lima 2027 y Los Ángeles 2028. Pero para consolidar resultados reales, el respaldo debe materializarse en recursos, infraestructura, continuidad técnica y políticas de largo plazo que trasciendan las ceremonias protocolares.