Japón realizó este miércoles un emotivo homenaje en Hiroshima para conmemorar los 80 años del lanzamiento de la bomba atómica, guardando un minuto de silencio a las 08:15 horas, la misma en la que el avión estadounidense Enola Gay soltó la bomba “Little Boy” sobre la ciudad en 1945. La explosión causó la muerte de unas 140,000 personas, no solo por la detonación y la onda expansiva, sino también por los efectos devastadores de la radiación.
La ceremonia tuvo lugar en el Memorial de la Paz de Hiroshima, donde cientos de personas, incluidos estudiantes, funcionarios y sobrevivientes —conocidos como hibakusha— rindieron tributo a las víctimas. Kazumi Matsui, alcalde de la ciudad, expresó preocupación por el aumento global del poderío militar, mencionando como contexto la invasión rusa a Ucrania y los conflictos en Medio Oriente.
Representantes de más de 120 países y regiones participaron en el acto, incluyendo por primera vez a delegados de Taiwán y Palestina. Uno de los asistentes más conmovidos fue Yoshie Yokoyama, de 96 años, quien asistió en silla de ruedas y recordó cómo su familia entera sufrió las consecuencias del ataque nuclear. Toshiyuki Mimaki, sobreviviente y actual copresidente de Nihon Hidankyo —organización ganadora del Nobel de la Paz 2024— insistió en la necesidad urgente de abolir las armas nucleares.
El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, reafirmó el compromiso de Japón con el desarme nuclear, mientras que líderes internacionales como el secretario general de la ONU, António Guterres, y el papa León XIV, recordaron que las armas atómicas siguen siendo una amenaza activa. A nivel global, persiste la preocupación por una nueva carrera armamentista, reflejada en el llamado “Reloj del Apocalipsis”, que actualmente marca 89 segundos para la medianoche, su punto más crítico en la historia.