9 de octubre de 2025
Cerrar / Abrir

OPINIÓN

Libre comercio: ¿existe en México?

Algunos creen que México sí es un buen ejemplo, sobre todo desde 1994 con la entrada en vigor del TLCAN. La realidad es que no. El tratado redujo la intervención de los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá en el comercio, pero de ahí a decir que tenemos libre comercio...

Hay quienes se preguntan si, con la imposición de aranceles por parte del gobierno de Donald Trump a las importaciones hacia Estados Unidos, llegó a su fin lo que algunos llaman la era del libre comercio.

Lo primero que hay que tener claro es que verdadero libre comercio nunca hemos tenido, ni siquiera desde la fundación del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio), su posterior transformación en la Organización Mundial del Comercio, o con tratados como el TLCAN —hoy T-MEC—.

¿Qué es el verdadero libre comercio?

Existe libre comercio únicamente cuando son los consumidores, sin ninguna intervención gubernamental, quienes determinan qué se importa y en qué cantidad.
En ese esquema:

  • Se importa lo que los consumidores quieren comprar.
  • Se importa en la cantidad que los consumidores están dispuestos a adquirir.
  • Sin intervención del gobierno.

Esa intervención puede darse de tres formas:

  1. Prohibición: el gobierno impide importar ciertos productos.
  2. Aranceles: el gobierno grava las importaciones, elevando su precio y restando competitividad frente a los productores nacionales.
  3. Cuotas: se permite importar un producto, pero solo en cantidades limitadas.

Por eso, hay verdadero libre comercio únicamente cuando los consumidores deciden sin que el gobierno:

  • Prohíba importar,
  • Permita importar pero con aranceles, o
  • Limite las cantidades que se pueden importar.

Ese esquema no existe hoy en ningún país del mundo.

¿México, un ejemplo?

Algunos creen que México sí es un buen ejemplo, sobre todo desde 1994 con la entrada en vigor del TLCAN. La realidad es que no.
El tratado redujo la intervención de los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá en el comercio, pero de ahí a decir que tenemos libre comercio real, en el que los consumidores de los tres países determinan sin interferencia qué y cuánto se importa… es falso.

No hay que confundir un comercio menos intervenido con el verdadero libre comercio.

Aranceles de Trump: ¿fin del libre comercio?

A la pregunta de si la imposición de aranceles de Trump significa el fin del libre comercio, la respuesta es simple: no, porque verdadero libre comercio nunca ha existido.

Lo que sí significa es más intervención gubernamental en el comercio internacional, en este caso por parte de Estados Unidos, a través de aranceles que —vale la pena repetirlo— son una verdadera salvajada y deberían estar constitucionalmente prohibidos.

¿Quién es el gobierno de cualquier país para decirle a sus ciudadanos qué pueden importar, de quién y en qué condiciones?
Es una violación al derecho a la libertad individual y al derecho a la propiedad privada.

Además, los aranceles contraen el comercio internacional —que no es otra cosa que el intercambio entre personas de diferentes países—, reducen el volumen de transacciones y perjudican tanto a productores y exportadores como a consumidores.

Conclusión

Incluso antes de Trump, estábamos muy lejos del verdadero libre comercio.
Ahora, con sus aranceles, estaremos todavía más lejos.

Son una intervención injusta —porque violan libertades fundamentales— e ineficaz —porque reducen el comercio y dañan a todos los involucrados—.

En pocas palabras: una verdadera salvajada en un mundo que, en términos generales, sigue estando muy, pero muy lejos de alcanzar el verdadero libre comercio.

Todo el contenido de El Comentario del Día en la palma de tu mano. Suscríbete a nuestros canales de difusión: WhatsApp | Telegram

Compartir en:

Twitter
Facebook
LinkedIn
Telegram
WhatsApp
Email

Más Columnas de opinión

PUBLICIDAD

Noticias de interés

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *