Apple anunció la reactivación de la medición de oxígeno en sangre (SpO₂) para ciertos modelos de Apple Watch vendidos en Estados Unidos Series 9, Series 10 y Ultra 2 mediante una actualización de software aprobada por autoridades aduaneras estadounidenses.
Este movimiento pone fin a un periodo complicado: tras una demanda de la empresa Masimo por presunta violación de patentes y secretos comerciales, la Comisión Internacional de Comercio (ITC) ordenó en 2023 una prohibición de importación para los relojes con esta función. Apple inició un recurso legal y, temporalmente, suspendió la funcionalidad para restituir las ventas.
La solución aprobada permite que el reloj registre los datos, pero el procesamiento y la visualización del nivel de oxígeno se realicen desde un iPhone emparejado. El usuario podrá iniciar la medición desde el Apple Watch, pero deberá revisar los resultados en la app Salud del iPhone. Los modelos adquiridos fuera de EE. UU. o comprados antes del veto no se ven afectados.
Este camino muestra cómo Apple busca sortear bloqueos regulatorios sin renunciar del todo a funciones clave de salud, aunque reduce parte de la conveniencia original. La medida refleja tanto la presión judicial como los esfuerzos por mantener el atractivo del Apple Watch como herramienta de bienestar digital.