Las Fuerzas Armadas de Rusia establecieron un nuevo récord en julio al desplegar aproximadamente 6,200 drones kamikaze en ataques contra Ucrania, según informó la inteligencia británica. Esta cifra representa el mayor volumen mensual de drones utilizados desde que comenzó la invasión en febrero de 2022, superando los 5,600 registrados en junio.
El aumento en el uso de drones refleja la creciente dependencia de Rusia en estos dispositivos para apoyar sus ataques con misiles, con el objetivo de mejorar la efectividad de sus ofensivas y dificultar la defensa antiaérea ucraniana. Además, los expertos británicos señalan que la utilización de drones señuelo se ha vuelto una práctica habitual en la táctica militar rusa, contribuyendo a la complejidad de los sistemas de defensa.
En paralelo, la inteligencia del Reino Unido reportó que en julio se llevaron a cabo siete ataques con proyectiles de largo alcance lanzados desde bombarderos rusos, sumando más de 70 municiones disparadas. Estos datos evidencian que, a pesar de los ataques ucranianos a bases rusas a inicios de junio, las unidades aéreas de Rusia mantienen una considerable capacidad operativa.
El informe divulgado por el Ministerio de Defensa británico subraya la evolución del conflicto y el incremento en la sofisticación de las tácticas militares de Rusia, que combinan la alta cantidad de drones kamikaze con otros recursos para mantener la presión sobre Ucrania.