El huracán Erin se intensificó este lunes en el Caribe, alcanzando la categoría 4 en la escala de Saffir-Simpson, y continúa su avance hacia las Bahamas con vientos sostenidos de hasta 220 km/h. Actualmente, se encuentra sobre la isla Gran Turca, parte del archipiélago británico de las Islas Turcas y Caicos, y se espera que provoque fuertes lluvias y posibles inundaciones en varios territorios cercanos, incluyendo Haití y República Dominicana.
Durante el fin de semana, Erin causó daños en Puerto Rico, donde árboles fueron derribados y aproximadamente 150,000 hogares quedaron sin electricidad, aunque el servicio ya ha sido restablecido en la mayoría de las zonas. La tormenta afectó también el norte de las Antillas Menores, dejando un panorama de daños materiales y cortes en el suministro eléctrico.
Las autoridades del Centro Nacional de Huracanes (NHC) anticipan que Erin seguirá una trayectoria hacia el noroeste, desplazándose entre la costa este de Estados Unidos y las Bermudas a mediados de semana. Michael Brennan, director del NHC, advirtió que el huracán seguirá ganando fuerza, lo que provocará condiciones marítimas peligrosas, fuertes olas y corrientes riesgosas a lo largo de la costa este norteamericana, especialmente cerca de Carolina del Norte, donde ya se han emitido órdenes de evacuación.
La temporada de huracanes del Atlántico Norte de 2024 está siendo más activa de lo habitual, impulsada por temperaturas oceánicas elevadas y condiciones atmosféricas favorables. Expertos en clima coinciden en que el calentamiento global está amplificando la intensidad de estas tormentas, al incrementar la humedad y elevar el nivel del mar, lo que agrava las marejadas ciclónicas y las inundaciones costeras.