El movimiento islamista Hamás ha responsabilizado al gobierno de Benjamin Netanyahu como el principal obstáculo para lograr un alto al fuego en la Franja de Gaza, tras revelarse nuevos planes militares israelíes para intensificar la ofensiva. Según Hamás, estas acciones demuestran la falta de voluntad de Israel para negociar la paz y advirtieron que la ofensiva actual «fracasará», al igual que los ataques previos.
En un comunicado, Hamás condenó lo que calificó como una «guerra brutal contra civiles inocentes» y señaló que la operación israelí busca destruir lo poco que queda de vida en Gaza. Además, el grupo pidió a la comunidad internacional ejercer presión sobre Israel para que detenga sus acciones, responsabilizando tanto a Israel como a Estados Unidos de las consecuencias de esta «operación criminal».
Por su parte, el primer ministro Netanyahu ordenó acelerar la ofensiva para tomar el control de los últimos focos de resistencia de Hamás en Gaza, un conflicto que comenzó en octubre de 2023. El gobierno israelí aprobó la intensificación de las operaciones el pasado 8 de agosto y ha convocado a decenas de miles de reservistas, además de planear el desplazamiento masivo de la población de la ciudad de Gaza.
El recrudecimiento del conflicto preocupa a la comunidad internacional, ya que el aumento en la violencia amenaza con agravar aún más la crisis humanitaria en la región, dificultando las posibilidades de un acuerdo que permita poner fin a años de enfrentamientos.