En México, el mieloma múltiple representa un desafío sanitario crítico: diariamente se registran cerca de 31 nuevos casos, con 2 346 diagnósticos y 1 507 fallecimientos en 2022, según datos del IMSS . A pesar de que los avances en inmunoterapia y terapias CAR-T han incrementado significativamente la esperanza de vida, el retraso en el diagnóstico —muchos pacientes llegan con daño renal o fracturas— y la fragmentación del sistema impiden un tratamiento oportuno.
La especialista Alín Ramírez destaca que el paradigma ha cambiado radicalmente: ahora se inicia con la opción de tratamiento de mejor pronóstico desde la primera línea. Sin embargo, el acceso sigue siendo limitado, debido a la falta de educación médica sobre la enfermedad, elevados costos de bolsillo y rezagos burocráticos en aprobación de fármacos por aseguradoras y sistemas públicos.
Expertos internacionales coinciden en estos avances: la supervivencia se ha duplicado en años recientes gracias a terapias basadas en anticuerpos y combinaciones multimedicamentosas menos invasivas, aunque sus elevados costos plantean desafíos de sostenibilidad. En Europa, hematólogos destacan que las nuevas combinaciones pueden ofrecer respuestas prolongadas, incluso de hasta 17 años libres de progresión en pacientes elegibles para trasplante, acercando su esperanza de vida a la de la población general .
Este contraste subraya una necesidad urgente: no basta con contar con tratamientos efectivos; es imperativo establecer un marco regulatorio ágil, garantizar financiamiento público y privado, e impulsar campañas educativas para mejorar diagnóstico temprano y equidad en el acceso. Sólo así podrá México aprovechar plenamente los avances científicos en mieloma múltiple.