Barcelona vio frenado su paso perfecto en La Liga al empatar 1-1 contra Rayo Vallecano en Vallecas, en un partido marcado por la polémica arbitraria y el fallo técnico del VAR. Lamine Yamal adelantó al Barça con un penalti en el minuto 40, después de un leve contacto con Pep Chavarría que el sistema de video-arbitraje no pudo revisar debido a una falla técnica. Esto provocó una atmósfera tensa y protestas vehementes por parte del equipo local.
El VAR permaneció desconectado durante gran parte del partido, e incluso cuando volvió momentáneamente, siguió siendo poco fiable, lo que impidió corregir decisiones claras. Durante el descanso, el árbitro informó a los capitanes sobre este problema técnico, pero las quejas de Rayo continuaron al considerar que el penal no era justificable.
En la reanudación, Rayo igualó al minuto 67 con un espectacular remate de volea de Fran Pérez tras un tiro de esquina. Barcelona pasó apuros en los minutos finales, salvado por un gran desempeño del portero Joan García, quien se convirtió en la figura del partido con varias atajadas clave.
Tras el encuentro, el técnico del Barcelona, Hansi Flick, criticó el nivel de intensidad del equipo y reconoció que no merecían más que un punto. Resaltó errores en la posesión y falta de agresividad, especialmente preocupantes con compromisos exigentes en puerta, como la Champions League.
La tensión siguió tras el partido: según declaraciones de miembros del Rayo Vallecano, el árbitro admitió en los vestuarios que la pena máxima no fue correcta, aumentando el malestar entre la hinchada local.
Este resultado deja al Barça en séptimo lugar con siete puntos en tres partidos, detrás de Real Madrid y Athletic, que mantienen pleno de victorias. El empate encendió un debate intensivo sobre la confiabilidad del VAR y las decisiones arbitrales en el fútbol español.