Estados Unidos ha otorgado a México un plazo de 90 días para negociar un acuerdo que evite el incremento de aranceles del 25% al 30% sobre productos que no cumplan con las reglas de origen del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Este aumento estaba previsto para entrar en vigor el 1 de agosto, pero fue suspendido tras intensas gestiones diplomáticas encabezadas por la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente Donald Trump. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ha mantenido conversaciones semanales con sus contrapartes estadounidenses, incluyendo al secretario de Comercio, Howard Lutnick, y al representante comercial de la Casa Blanca, Jamieson Greer.
Durante su participación en el evento «La Puerta Logística del Bajío» en Celaya, Guanajuato, Ebrard destacó que el objetivo es asegurar que México pague menos que sus competidores por acceder al mercado estadounidense. Por ejemplo, si Japón paga un 15% en aranceles para exportar vehículos, México debe pagar menos.
Actualmente, el 84.4% de las exportaciones mexicanas al mercado estadounidense están libres de aranceles, con excepciones en sectores como acero y automotriz, que enfrentan un complejo sistema de descuentos.
Este acuerdo representa una oportunidad para fortalecer la posición comercial de México, pero también implica desafíos en la negociación para garantizar condiciones favorables frente a otros países competidores