La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado un nuevo brote del virus del ébola en la República Democrática del Congo (RDC), luego de que se reportaran 28 casos sospechosos y al menos 15 muertes, incluyendo a cuatro trabajadores sanitarios. El foco de la infección se encuentra en la provincia central de Kasai, una región que ya había sufrido brotes graves en 2007 y 2008.
El anuncio oficial fue realizado tras los resultados de pruebas de laboratorio llevadas a cabo por el Instituto Nacional de Investigación Biomédica (INRB) en Kinshasa. Los casos detectados en las localidades de Bulape y Mweka presentaban síntomas como fiebre alta, vómitos, diarrea y hemorragias, característicos del virus del ébola tipo Zaire, una de las cepas más letales.
Para hacer frente a la situación, la OMS ha movilizado un Equipo Nacional de Respuesta Rápida, compuesto por expertos en epidemiología, manejo de casos, control de infecciones y comunicación de riesgos. El objetivo es intensificar las labores de vigilancia, tratamiento y prevención, especialmente en una zona de difícil acceso como Kasai, que requiere al menos un día de traslado desde su capital provincial, Tshikapa, debido a su limitada infraestructura.
Además, el país cuenta con una reserva de tratamientos y 2,000 dosis de la vacuna específica contra esta variante del ébola, actualmente almacenadas en Kinshasa y listas para ser enviadas a las zonas afectadas. A pesar de ello, las autoridades han advertido que el número de casos podría aumentar, por lo que han solicitado dosis adicionales y refuerzos logísticos.