El presidente estadounidense Donald Trump anunció que en breve aplicará aranceles “bastante sustanciales” a las importaciones de semiconductores. Este nuevo gravamen busca incentivar la producción doméstica y presionar a las empresas extranjeras a invertir en territorio estadounidense. Durante una cena con altos ejecutivos tecnológicos, Trump precisó que aquellos que ya estén instalando o planeen establecer manufactura en EE. UU. quedarán exentos de la medida.
Aunque inicialmente se había hablado de un arancel del 100%, el mandatario aclaró que las nuevas tarifas no serán tan altas, aunque seguirán siendo relevantes.
La estrategia de Trump forma parte de una política proteccionista más amplia, que ya ha afectado diversos sectores. La decisión ha generado incertidumbre en la industria global de semiconductores, la cual depende de cadenas de suministro integradas internacionalmente.
Varias compañías tecnológicas, como Apple, TSMC, Samsung y SK Hynix, ya califican para exenciones por sus compromisos o inversiones en EE. UU., lo que aliviado parcialmente los temores del mercado.