Carlos Alcaraz confirmó en Nueva York que es el jugador más determinante de su generación. El murciano de 22 años derrotó a Jannik Sinner por 6-2, 3-6, 6-1 y 6-4 en una final vibrante disputada en el Arthur Ashe Stadium y volvió a coronarse campeón del US Open, torneo que ya había ganado en 2022. Con este triunfo, suma el sexto Grand Slam de su carrera y vuelve a ocupar el número 1 del ranking mundial, arrebatándoselo precisamente a Sinner.
El partido estuvo cargado de simbolismo. Por un lado, Alcaraz ratificó su capacidad para crecer en los grandes escenarios, imponiendo un tenis agresivo, variado y con gran precisión en los momentos decisivos. Por el otro, Sinner, que defendía el título, mostró resistencia y potencia, pero fue incapaz de sostener el ritmo frente a un rival que parece haber encontrado el equilibrio perfecto entre juventud, madurez y ambición. El encuentro se resolvió en poco más de tres horas y dejó claro que la rivalidad entre ambos marcará el futuro inmediato del tenis masculino.
La victoria coloca a Alcaraz en un grupo de élite: iguala a Björn Borg y Rafael Nadal como los únicos hombres capaces de alcanzar seis títulos de Grand Slam antes de cumplir los 23 años. Además, refuerza su posición como el heredero natural del trono que durante dos décadas dominaron figuras como Novak Djokovic, Roger Federer y el propio Nadal.
El duelo también estuvo rodeado de polémica extradeportiva. La presencia del expresidente estadounidense Donald Trump en las gradas obligó a reforzar la seguridad y generó retrasos en los accesos al estadio, pero Alcaraz no perdió la concentración y se mostró implacable cuando más lo necesitaba. Su cierre del cuarto set, con un juego de devolución perfecto, selló una victoria que lo consagra como la gran referencia de este ciclo.
Con este título, Alcaraz se reafirma no solo como campeón del US Open 2025, sino como la cara del tenis contemporáneo. La rivalidad con Sinner ya es considerada por muchos como la sucesora natural de los duelos históricos del «Big Three», y todo apunta a que ambos protagonizarán más finales de este calibre en los próximos años.
