La alianza OPEP+ (que incluye a la OPEP junto con aliados como Rusia) anunció un nuevo incremento en su producción de petróleo: un aumento de 137 000 barriles diarios (bpd) entrará en vigor a partir de octubre de 2025.
Si bien los ocho países participantes (entre ellos Arabia Saudita, Rusia, Irak y Emiratos Árabes Unidos, entre otros) justificaron este incremento por un panorama económico global estable y bajos inventarios de crudo, se trató de un ajuste claramente inferior a los ya observados en meses anteriores —como los 555 000 bpd en agosto y septiembre, o los 411 000 bpd en junio y julio—.
Esta medida constituye el inicio del retorno gradual a la producción previa de 1.65 millones de bpd que había sido retenida desde abril de 2023, aunque la proporción liberada hasta ahora representa solo una fracción de ese volumen.
Arabia Saudita, que recuperará 42 000 bpd, y Rusia, con un alza similar, lideran este movimiento en conjunto con Irak, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait.
Aunque el impacto real en el mercado podría ser limitado debido a que varios miembros ya han excedido sus cuotas, la maniobra refuerza la recuperación de cuota de mercado de Arabia Saudita y fortalece su posición estratégica frente a productores como EE.UU., en un contexto de presión por mantener precios controlados.