El Apple Event de septiembre presentó al iPhone 17, sus variantes Pro y el nuevo iPhone Air. Más allá del diseño renovado y mejoras técnicas, la verdadera sacudida para México fue la confirmación de que estos dispositivos no incluirán ranura para SIM física, operando únicamente con eSIM.
La medida simboliza un salto hacia la modernización, pero también evidencia una brecha tecnológica: en México, solo el 7.3% de las 151.8 millones de líneas móviles utilizaban eSIM a finales de 2024, según datos de The CIU. Aunque se estima que para 2025 la cifra podría duplicarse a 21 millones, la cobertura sigue siendo limitada y no todos los operadores ofrecen este servicio, dejando a millones de usuarios fuera de la compatibilidad inmediata.
Desde el ángulo legal, Apple tiene la obligación de informar de manera clara que sus nuevos modelos funcionan exclusivamente con eSIM. De lo contrario, la Ley Federal de Protección al Consumidor podría considerar su publicidad como engañosa. Por otra parte, la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión exige a los operadores garantizar la conectividad de equipos, lo cual se cumple únicamente en aquellas redes que cuentan con esta tecnología.
La decisión de Apple no implica discriminación en sentido estricto, pero sí refleja una exclusión tecnológica que profundiza la desigualdad digital en el país. El iPhone 17 y el Air son, en este contexto, tanto una innovación como un recordatorio de los rezagos estructurales que persisten en la infraestructura móvil mexicana.