El mercado financiero mexicano, según una encuesta de Citi, mantiene una expectativa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de tan solo 0.5% para 2025. Este consenso, que se ha mantenido estable a lo largo de las últimas semanas, refleja la cautela de los inversionistas ante el incierto panorama económico. A pesar de los recientes anuncios de inversión y del buen desempeño de algunos sectores, el mercado no espera una aceleración significativa de la economía.
La situación es un reflejo de la compleja realidad que enfrenta México. Por un lado, la economía ha demostrado una gran resiliencia, con un consumo interno robusto y un flujo de remesas que ha alcanzado niveles récord. Por otro, los analistas señalan que la inversión privada ha sido insuficiente y que la falta de un plan económico a largo plazo genera una gran incertidumbre. La desaceleración en Estados Unidos, principal socio comercial de México, también es un factor de riesgo que podría afectar el crecimiento.
A pesar de la cautela del mercado, otros analistas, incluyendo al Banco de México, han revisado al alza sus pronósticos de crecimiento. El banco central proyecta un crecimiento de 0.6%, lo que sugiere una visión más optimista de la economía. La divergencia entre las expectativas del mercado y las de las instituciones oficiales subraya el dilema que enfrenta la economía mexicana. El futuro dependerá de si los motores de crecimiento interno pueden compensar los vientos en contra de la economía global.