La presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, Mary Daly, ha señalado que es «probable» que el banco central de Estados Unidos comience a recortar las tasas de interés en los próximos meses. Esta postura, que se alinea con la de otros funcionarios de la Fed, subraya un cambio en el consenso del organismo. Durante meses, la Fed mantuvo su política restrictiva para combatir la inflación, pero la caída de los precios y la desaceleración de la economía le han dado margen para actuar. La expectativa de un recorte de tasas es una buena noticia para los mercados y para los consumidores, ya que podría reducir el costo del crédito y estimular el crecimiento.
El optimismo sobre un recorte de tasas, sin embargo, no es una garantía. El panorama económico de Estados Unidos es complejo, con señales mixtas de su salud. Si bien la inflación se ha moderado, el mercado laboral muestra signos de debilidad, con una caída en las ofertas de empleo y una desaceleración en la contratación. La Fed, por lo tanto, se encuentra en una encrucijada. Si bien el recorte de tasas podría estimular la economía, también podría reavivar la inflación. La decisión del banco central dependerá de cómo evolucionen estos datos en los próximos meses.
La situación actual es una prueba para la política monetaria. La Fed deberá encontrar un equilibrio entre su mandato de controlar la inflación y la necesidad de mantener el crecimiento económico. La postura de Mary Daly es una señal de que el banco central está listo para actuar, pero solo cuando la evidencia de la situación económica sea clara.