La deuda global ha alcanzado un nuevo récord, superando los 338 billones de dólares en el segundo trimestre de 2025, según un informe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF). El aumento del endeudamiento, que se produjo en medio de una inflación elevada y el alza de las tasas de interés, es un reflejo de los desafíos que enfrentan los gobiernos y las empresas en un entorno económico incierto. El informe del IIF señala que el aumento de la deuda ha sido impulsado principalmente por el gasto público y el endeudamiento de las corporaciones no financieras.
El crecimiento de la deuda global es un arma de doble filo. Por un lado, el endeudamiento de los gobiernos ha sido crucial para financiar la respuesta a la pandemia y para estimular la economía. Por otro, el aumento de la deuda, combinado con las altas tasas de interés, ha hecho que el costo del servicio de la deuda se dispare, lo que podría limitar la capacidad de los gobiernos para invertir en el futuro. El IIF advierte que el aumento de la deuda es un factor de riesgo para la estabilidad financiera global y para la sostenibilidad de las finanzas públicas.
El panorama económico es complejo. El mundo se enfrenta a un dilema entre la necesidad de estimular el crecimiento y la de controlar la inflación y la deuda. La situación actual es un recordatorio de que en la economía global, el endeudamiento es una herramienta poderosa, pero también un riesgo. El futuro dependerá de si los gobiernos y los bancos centrales pueden encontrar un equilibrio entre la expansión y la disciplina fiscal.