Durante su participación en la Conferencia Mundial Mondiacult 2025 de la UNESCO, celebrada en Barcelona, la lingüista y activista ayuujk Yásnaya Elena Aguilar Gil llamó a reflexionar sobre los riesgos de convertir las expresiones culturales indígenas en mercancía dentro del mercado global. En la mesa “Derechos culturales / Economía de la cultura”, Aguilar urgió a proteger el carácter colectivo de estas manifestaciones frente a su apropiación como propiedad privada.
Frente a ministros de Cultura de diversos países, Aguilar enfatizó que más de la mitad de las aproximadamente 7 mil lenguas del mundo podrían desaparecer antes de que termine el siglo. Señaló que la mayoría de las lenguas oficiales han sido impuestas por los Estados, lo cual ha provocado la marginación e incluso extinción de idiomas ancestrales.
Aguilar también explicó que muchas lenguas indígenas no separan naturaleza y cultura, como lo hace el pensamiento occidental. Para estas comunidades, el vínculo con el territorio, la organización comunal y los ecosistemas es parte esencial de su identidad cultural. Por ello, advirtió que traducir sus expresiones al lenguaje del derecho occidental implica una reducción que invisibiliza estas complejidades.
Finalmente, propuso que cualquier política cultural que aborde la economía de la cultura debe reconocer y respetar el carácter colectivo de las manifestaciones indígenas. De lo contrario, corren el riesgo de ser transformadas en productos turísticos o decorativos, perdiendo su esencia y función comunitaria. Su intervención abrió paso a un debate sobre marcos legales que realmente incluyan la diversidad cultural y lingüística en la vida pública.