El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado que enviará efectivos del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) al Super Bowl 2026, donde el cantante puertorriqueño Bad Bunny será el encargado del espectáculo. Esta decisión llega después de que el artista cancelara su gira en el país, preocupado por posibles redadas migratorias en sus conciertos, en su mayoría con público latino.
Corey Lewandowski, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, afirmó que no habrá lugar seguro para aquellos que se encuentren en el país de manera ilegal, incluso en eventos como el Super Bowl. «Los encontraremos y los deportaremos», aseguró durante una entrevista radial, generando gran controversia entre los seguidores del cantante y defensores de los derechos de los inmigrantes.
La reacción del Gobierno de EE. UU. se intensificó tras el anuncio de la actuación de Bad Bunny, lo que desató un fuerte debate sobre la relación del cantante con el país. Lewandowski calificó la elección de Bad Bunny como «una vergüenza», sugiriendo que el artista tiene una postura hostil hacia Estados Unidos. Esta situación resalta la creciente tensión sobre las políticas migratorias y el papel de la cultura en el debate político.