Autor: Héctor García Rivera
En la noche del 4 de octubre de 2025, UFC 320 nos ofreció un espectáculo fugaz pero inolvidable: Alex Pereira volvió a demostrar por qué es una de las máximas figuras del MMA actual. En tan solo 1:20 minutos, el brasileño no solo recuperó el campeonato de peso semipesado, sino que reafirmó su lugar entre los peleadores más temidos y respetados del octágono.
Alex Pereira vuelve a ser el campeón de peso semipesado de la UFC en el ocaso de su carrera, todavía más ante este rival que parecía ser su debilidad, recordemos que ya se habían enfrentado anteriormente con victoria para Magomed, y resultó ser su victoria más fácil y rápida de toda su carrera.
Muchos éramos los que pensábamos que Chama tenía posibilidades de alzarse con la victoria, pero pocos pensaron que la pelea se resolvería en menos de dos minutos.
¿Estamos ante el cierre perfecto de la carrera de Alex Pereira o aún le queda una última gran guerra en el octágono?
Su actuación fue un recordatorio de su capacidad única para combinar poder devastador, precisión quirúrgica y confianza absoluta en su striking. Pereira no dejó margen para dudas: un derechazo fulminante seguido de un control impecable en el ground & pound selló su regreso al trono.
Por otro lado, Magomed Ankalaev, aunque derrotado, merece reconocimiento. Su victoria en la primera pelea contra Pereira no fue casualidad: Ankalaev es un atleta de élite, meticuloso, con un estilo que mezcla control de distancia, wrestling de alto nivel y una defensa estratégica que complicó a muchos antes que Pereira. Sin embargo, la revancha evidenció que incluso los mejores pueden tener vulnerabilidades frente a un oponente con la combinación adecuada de fuerza, timing y confianza. La rapidez con la que Pereira liquidó el combate mostró que, aunque Ankalaev es formidable, el factor psicológico y la presión de un título pueden inclinar la balanza de manera drástica.
Esta pelea no solo consolidó a Pereira como figura estelar de la UFC, sino que también confirmó que la categoría de peso semipesado está más viva que nunca. Su capacidad para recuperarse de una derrota y volver más afilado que antes habla de su mentalidad, su disciplina y su hambre de grandeza. Ankalaev, aunque se quedó con la derrota, sigue siendo un contendiente de primer nivel.
El festejo de Alex Pereira tras el nocaut fue tanto intenso como polémico. Después de derribar a Magomed Ankalaev, Pereira no dudó en celebrar con una mezcla de euforia y desafío frente a su rival, manteniéndose cerca de él mientras remarcaba con sus brazos al ruso en el piso de forma irrespetuosa en toda su cara mientras recibía la ovación del público.
La imagen del brasileño mirando directamente a Ankalaev, con una sonrisa de satisfacción, dejó claro que no sólo recuperaba su título, sino que también buscaba marcar psicológicamente a su oponente, recordándole quién domina la división. Bien merecida la celebración por todas las palabras de Magomed que ha tirado todos estos años resaltando
su victoria contra Chama. ¿Fue el festejo de Pereira una muestra de carácter o una falta de respeto?
Un dato curioso que me parece digno de mencionar es que el legendario Bruce Buffer, en el primer enfrentamiento entre Pereira y Ankalaev, se refirió a Alex como “The One, the Only”, un apodo que solo había usado para dos peleadores legendarios como Connor Mcgregor y Jon Jones y ahora en este segundo enfrentamiento no lo introdujo con este apodo, sin duda Buffer es más de observar que de actuar.
Al final, UFC 320 será recordada por la rapidez con la que un campeón volvió a reclamar su trono, y por cómo Alex Pereira reafirma su estatus como uno de los pilares de la UFC moderna, capaz de dominar tanto en el octágono como en la imaginación de los fanáticos. Ankalaev, por su parte, una pena su derrota, alguien debe perder y la verdad mucho mejor que haya sido él porque sinceramente… no es una estrella de la UFC.
Pendientes porque Pereira ya tiene 38 años, solamente 4 en la compañía y ya se ha alzado con tres cinturones: una vez campeón de peso medio y dos veces en semipesado. Indudablemente entrará en el salón de la fama y hay que mentalizarnos porque su próxima pelea puede que sea la última. ¿A quién te gustaría verlo enfrentar antes de colgar los guantes?
