Microsoft podría evitar una investigación antimonopolio en Francia, anunció Qwant, su competidor local, después de que el regulador francés recomendara rechazar la denuncia presentada por la empresa rival sobre prácticas de búsqueda.
Qwant acusó a Microsoft de imponer cláusulas de exclusividad en resultados de búsqueda y publicidad, dificultando el desarrollo de competencias independientes. Sin embargo, el regulador recomendó no conceder medidas cautelares y sugeriría descartar el caso. Frente a ello, la empresa francesa anunció que podría acudir a instancias judiciales o a reguladores de la UE para impugnar la decisión.
Desde su posición, Microsoft sostiene que la demanda carece de fundamento. Sus voceros aseguran que el mercado de búsqueda ya está dominado por Google, restando legitimidad a las acusaciones hechas por Qwant. Además, Microsoft defiende su rol en la sindicación de búsquedas para otras plataformas europeas como Ecosia o DuckDuckGo.
Este episodio revela tensiones clave entre actores tecnológicos y la regulación europea de mercado. Aunque el caso podría resolverse con una desestimación formal, deja en claro la estrategia proactiva de empresas menores para plantear litigios ante el poderío de los gigantes tecnológicos. La decisión del regulador francés, prevista en las próximas semanas, será crucial para evaluar el alcance real del control regulator —si se consolida un “blindaje” para Microsoft— o si finalmente la causa será reabierta a partir de presiones legales.