El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) del G20 ha emitido una severa advertencia a los ministros de Finanzas, señalando que existen «brechas significativas» en el marco regulatorio global para las criptomonedas y las stablecoins. El informe, publicado en el contexto de la reunión del G20, subraya que la implementación de las reformas acordadas para el sector de activos digitales sigue siendo «incompleta, desigual e inconsistente» entre las distintas jurisdicciones.
Esta falta de coherencia y la aplicación dispersa de las normativas representan un riesgo creciente para la estabilidad financiera global. El FSB teme que los actores ilícitos y las vulnerabilidades del sistema puedan ser explotados en el ámbito transfronterizo, especialmente dado que el mercado cripto opera, por definición, sin fronteras geográficas claras. La turbulencia global en las criptomonedas, que en semanas recientes ha mostrado una alta volatilidad, demuestra la urgencia de cerrar estas deficiencias.
El riesgo se intensifica a medida que los activos tokenizados, las stablecoins y los protocolos de Finanzas Descentralizadas (DeFi) ganan tracción, potencialmente «parasitando» al sistema monetario tradicional si no se sujetan a regulaciones prudenciales comunes. La falta de reglas homogéneas en temas como el tratamiento de la exposición a criptoactivos o la custodia de stablecoins crea asimetrías de riesgo y distorsiones en la competencia internacional.
El mensaje del FSB es claro y crítico: la efectividad de la regulación se mide en la implementación coordinada. El organismo insta a reforzar la cooperación transfronteriza y a garantizar que los criptoactivos que plantean riesgos similares a los de las actividades financieras tradicionales estén sujetos a los mismos estándares regulatorios, para mitigar el riesgo de una corrección «desordenada» en los mercados.