La industria global de fondos de cobertura (hedge funds) ha alcanzado un hito financiero histórico: los activos gestionados se sitúan en un récord de casi $5 billones de dólares al cierre del tercer trimestre de 2025, según datos de Hedge Fund Research (HFR). Este crecimiento, que ha duplicado el patrimonio total en la última década, subraya la consolidación de estos vehículos de inversión como actores clave en la economía financiera global.
El auge está impulsado principalmente por la creciente demanda de estrategias alternativas y no correlacionadas con los mercados tradicionales (acciones y bonos). Los inversores institucionales, frente a la volatilidad macroeconómica y la incertidumbre generada por la geopolítica y la inflación, están buscando la diversificación y la capacidad de los hedge funds para generar alfa (retornos superiores al mercado) incluso en entornos de bajo crecimiento. Los fondos de capital variable (Equity Hedge) mantienen la mayor cuota de mercado gracias a su adaptabilidad.
Críticamente, la expansión del sector de hedge funds se produce a pesar de la popularidad de los fondos indexados de bajo costo, lo que sugiere que los inversores de alto patrimonio y los institucionales están dispuestos a pagar las elevadas comisiones de estos fondos por la promesa de rendimientos ajustados al riesgo superiores.
No obstante, el crecimiento del sector de capital especulativo también plantea riesgos. Su influencia en la oferta y demanda de activos es cada vez mayor, y la alta concentración de capital en estrategias de nicho podría amplificar la volatilidad del mercado en caso de correcciones bruscas. El sector está en constante evolución, con una tendencia creciente a invertir en acciones poco conocidas de alto potencial y en mercados emergentes.







