La cadena departamental Liverpool comunicó que está trabajando en conjunto con sus proveedores para suavizar los efectos de los aranceles adicionales que el gobierno federal podría imponer a productos importados de Asia y otros países con los que México no tiene tratados comerciales.
Según su director financiero, Gonzalo Gallegos, aproximadamente el 15 % de la mercancía importada por la empresa procede de países sin acuerdos comerciales —de esos importaciones, cerca del 80 % proviene de Asia. Ante el posible aumento de costes, Liverpool prevé que sectores como calzado y ropa —en particular los comercializados por su marca Suburbia— se verían más afectados, pues dependen de manufactura extranjera.
La empresa advirtió que trasladar los incrementos completos de coste al consumidor es poco viable y por ello evalúa alternativas de abastecimiento, producción local o ajuste de surtidos. Además, se mantiene a la expectativa de las decisiones del Congreso sobre modificaciones arancelarias, lo cual añade un componente de incertidumbre en la estrategia de precios y cadena de suministro.
Desde una perspectiva crítica, la dependencia de Liverpool hacia manufactura asiática demuestra una vulnerabilidad estratégica ante políticas arancelarias y tensiones comerciales globales. Aunque la empresa busca adaptarse, la magnitud del reto —especialmente en segmentos de bajo precio— plantea interrogantes sobre la sustentabilidad del modelo de importación actual. También pone en relieve la urgencia de fortalecer la producción nacional o diversificar orígenes para evitar que aumentos regulatorios repercutan directamente en los consumidores mexicanos.
En conclusión, Liverpool debe equilibrar entre proteger márgenes, mantener precios competitivos y cumplir con sus compromisos de surtido, lo cual demanda una gestión ágil ante tiempos de cambio arancelario y comercial.







