El mandatario estadounidense Donald Trump anunció en redes sociales la suspensión inmediata de “todas las negociaciones comerciales” con Canadá, tras considerar que el país vecino incurrió en un “comportamiento atroz” al difundir un spot televisivo que utilizó fragmentos del discurso del expresidente Ronald Reagan para criticar la política arancelaria estadounidense.
El anuncio canadiense —promovido desde la provincia de Ontario— señala que los gravámenes estadounidenses a productos canadienses resultan perjudiciales para trabajadores y consumidores tanto en Estados Unidos como en Canadá. En él, Reagan advertía que las barreras arancelarias “a largo plazo perjudican a todos los trabajadores y consumidores estadounidenses”.
Trump respondió acusando al anuncio de Canadá de buscar interferir en decisiones del sistema judicial de EE.UU. relativas a la legalidad de los aranceles. Advirtió que Washington considerará qué aranceles aplicará a las importaciones canadienses y que la ruptura de negociaciones entra en vigor de inmediato.
Desde una perspectiva crítica, este episodio pone en evidencia una escalada del proteccionismo comercial que no solo impacta la relación bilateral, sino que potencialmente desestabiliza cadenas de suministro y alianzas económicas norteamericanas. La unilateralidad de la declaración también levanta dudas sobre la predictibilidad del entorno para empresas e inversores que operan entre los dos países.
En conclusión, más allá del conflicto diplomático puntual, la suspensión de las negociaciones marca un retroceso en la cooperación comercial Norte-americana y abre la puerta a nuevas repercusiones económicas en la región.







