La marca OPPO anunció que será la plataforma tecnológica oficial de la transmisión en vivo de la próxima mega procesión de catrinas en la Ciudad de México, una acción conjunta con autoridades locales que busca posicionar la tradición como un atractivo turístico internacional.
Según la cobertura del medio, el evento forma parte de una estrategia de promoción turística dirigida a posicionar este desfile como “experiencia digital” global, aprovechando el alcance de OPPO para captar audiencias más allá del público tradicional.
Desde una perspectiva crítica, esta colaboración plantea tanto oportunidades como retos. Por un lado, la digitalización del evento amplía la visibilidad de una manifestación cultural mexicana y puede incentivar el turismo de experiencias. Pero por otro lado, existe el riesgo de que la tradición se convierta en un producto de mercadotecnia tecnológica, diluyendo su significado original. Además, la dependencia de una marca privada para la difusión podría condicionar la narrativa o limitar la participación pública de manera equitativa.
En conclusión, el acuerdo entre OPPO y las autoridades de la Ciudad de México es simbólicamente potente: tecnología + cultura + turismo. Sin embargo, para que tenga un impacto real en sostenibilidad turística y cultural, será importante que se asegure la participación comunitaria, la protección de la autenticidad del evento y que los beneficios también alcancen a los actores locales.







