La instalación del artista británico Michael Pinsky sorprende al convertir el aire en protagonista dentro del Festival Internacional Cervantino. En Los Pastitos, cinco geodomos conectados reproducen con fidelidad la temperatura, olores y densidad de aire de urbes como Nueva Delhi, Beijing, Londres y Sao Paulo. A través de esa experiencia, el público siente el asfixiante contraste entre atmósferas limpias y contaminadas.
El recorrido inicia en Tautra, Noruega, evocando un ambiente puro y fresco, y luego pasa a Londres con moderada polución. Pero conforme avanzan los domos, la experiencia se vuelve más extrema: el aire denso y químico de Nueva Delhi, el humo de carbón en Beijing y el toque frutal-industrial de Sao Paulo generan una sensación incómoda y reflexiva. Cada cápsula incluye pantallas que muestran los niveles de calidad del aire (AQI), fijados a datos reales de esas ciudades.
Pinsky busca que la obra sea más que visual: quiere provocar conciencia a través del cuerpo. Al salir de las burbujas, los visitantes experimentan alivio al respirar el aire del entorno real. Esa sensación de contraste fortalece el mensaje: muchas personas viven cotidianamente en entornos donde respirar es un peligro silencioso.
La instalación no solo exhibe el problema, sino que reta al espectador: si no puedes soportar unos segundos dentro, ¿qué tolerancia admitiremos en nuestras ciudades? Con esta obra sensorial, el arte se convierte en un espejo incómodo de nuestra relación con el aire, invitando a actuar ante una crisis ambiental muchas veces invisible.





