La policía francesa capturó a dos individuos señalados como miembros de una banda que el pasado domingo perpetró un robo en el Museo del Louvre. Durante el operativo, uno de los detenidos intentaba abandonar el país desde el aeropuerto Charles de Gaulle, mientras que el otro fue arrestado en la región metropolitana de París.
El atraco, ejecutado en apenas minutos, involucró la sustracción de ocho joyas de la corona francesa, valoradas en más de cien millones de dólares. Los delincuentes ingresaron disfrazados de obreros, empleando un montacargas para acceder a la Galería Apolo, donde rompieron vitrinas con herramientas eléctricas y escaparon en motocicleta.
El robo reactivó el debate sobre las fallas en la seguridad del Louvre, pues se identificó un punto ciego en el sistema de vigilancia exterior que fue aprovechado por los ladrones. En la escena quedaron huellas, herramientas abandonadas y una corona que cayó accidentalmente durante la fuga. El objeto fue recuperado pero sufrió daños.
Las autoridades judiciales ya han iniciado el análisis de ADN y huellas dactilares halladas en el sitio, con el objetivo de hallar el resto del botín y capturar al resto de la cuadrilla responsable. Mientras tanto, el ministro del Interior pidió prudencia en el manejo mediático del caso para no interferir con la investigación en curso.







