El día de hoy se formalizó un importante acuerdo de alto al fuego entre Camboya y Tailandia ante la presencia del presidente Donald Trump, en medio de una escalada fronteriza que dejó decenas de víctimas y miles de desplazados. Los líderes de ambos países sellaron el pacto durante una cumbre regional en Kuala Lumpur, tras meses de tensiones crecientes.
El compromiso incluye la retirada de armamento pesado de la zona limítrofe, la liberación de prisioneros de guerra camboyanos y la colaboración en tareas de desminado. También se acordó la creación de un mecanismo conjunto de supervisión para asegurar el cumplimiento del cese de hostilidades. Este pacto deriva de una tregua previa y busca evitar que resurjan incidentes violentos en la región.
El conflicto reciente involucró intercambio de artillería, acusaciones mutuas de violaciones a la tregua y movilización de tropas cerca de puntos fronterizos disputados. En esos episodios, al menos cuarenta personas murieron y cientos de miles fueron desplazadas, con comunidades enteras obligadas a huir de zonas en disputa. El acuerdo firmado hoy aspira a estabilizar el clima político-militar de la zona.
Trump destacó el rol mediador de su administración, calificando el pacto como un paso firme hacia la paz sustentable. Por su parte, los mandatarios de Camboya y Tailandia subrayaron la necesidad de restaurar la confianza bilateral y evitar una nueva escalada que podría desestabilizar la región del sudeste asiático.







