Mientras México se prepara para un 2026 marcado por vehículos más costosos debido a ajustes fiscales y comerciales aún sin claridad, en China Xiaomi ha tomado el camino opuesto. La empresa tecnológica, conocida por sus teléfonos inteligentes, sorprendió al sector automotriz al anunciar que subsidiará hasta 15 000 yuanes (unos 2 100 dólares) del impuesto de compra de sus autos eléctricos SU7, SU7 Ultra y YU7. El apoyo busca compensar la reducción de los beneficios fiscales para vehículos eléctricos que entrará en vigor en 2026.
Actualmente, China permite evitar hasta 30 000 yuanes en impuestos para autos eléctricos, cifra que se reducirá a la mitad el próximo año. Xiaomi decidió absorber parte de ese costo de manera directa, descontando la cantidad al momento del pago, incluso para clientes que recibirán sus vehículos en 2026. La medida pretende mantener la confianza del consumidor y evitar la caída de pedidos ante los cambios tributarios.
Otras compañías como Nio y Li Auto también han implementado políticas similares, pero la escala del programa de Xiaomi ha sorprendido a la industria: su SUV YU7 recibió 240 000 pedidos en solo 18 horas y las entregas mensuales ya superan las 40 000 unidades. Sin embargo, los tiempos de espera se extienden hasta 48 semanas, lo que refleja una demanda que rebasa su capacidad productiva.
Mientras el mercado mexicano enfrenta incertidumbre sobre impuestos y precios de automóviles, la estrategia de Xiaomi evidencia un enfoque más proactivo: retener al cliente antes de perderlo ante una reforma fiscal.






