El consumo de audio digital en México alcanzó un récord en 2025: 77.4 millones de internautas —el 80% de los usuarios de internet— escuchan música, podcasts o audiolibros en línea, según The CIU. Sin embargo, la brecha entre quienes disfrutan del servicio y quienes lo pagan sigue siendo profunda. Apenas 14.3 millones mantienen una suscripción activa, lo que representa solo el 13.8% de los internautas.
El resto recurre a opciones gratuitas o compartidas: alrededor del 34% utiliza cuentas compartidas con familiares o amigos, una práctica que, aunque extendida, limita la rentabilidad de las plataformas. Esta paradoja —alta adopción y baja monetización— ha obligado al sector a replantear su estrategia.
Spotify conserva el liderazgo en el mercado mexicano con un 65% de participación, pero pierde terreno frente a Apple Music (14%), Amazon Music (11%) y YouTube Music (7.1%). La competencia se ha intensificado gracias a estrategias de precios, integraciones tecnológicas y alianzas con fabricantes de dispositivos.
Ante este panorama, las plataformas apuestan por la inteligencia artificial, la curaduría personalizada y las recomendaciones automatizadas para mantener la atención del usuario. Además, el auge de podcasts, audiolibros y contenidos originales está transformando al streaming en un ecosistema cultural más amplio. Sin embargo, mientras el acceso siga superando al pago, la sostenibilidad del modelo digital continuará en entredicho.







