El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que las políticas migratorias de Estados Unidos podrían reducir hasta 0.9 puntos porcentuales del PIB en el flujo de remesas hacia México en un plazo de cinco años. Este fenómeno afectaría principalmente a estados altamente dependientes de estos recursos, como Chiapas, Oaxaca, Guanajuato, Guerrero y Michoacán.
Según el FMI, las remesas representaron cerca del 4% del PIB en 2024, con la mayor parte originándose en estados de Estados Unidos con alta población mexicana, como California, Texas, Arizona y Florida. En los últimos diez años, los envíos han crecido en promedio 10% anual en términos reales, alcanzando aproximadamente 5,600 dólares por hogar.
El organismo internacional señaló que la disminución de remesas impactaría la demanda interna y el consumo, además de generar un leve deterioro de la cuenta corriente en la balanza de pagos. Sin embargo, mencionó que el retorno de trabajadores mexicanos capacitados en áreas técnicas podría compensar parcialmente los efectos negativos, encontrando empleo en regiones del norte del país.
El FMI también destacó que la política migratoria estadounidense, incluyendo el aumento de deportaciones y los recursos adicionales para el ICE, podría provocar una caída aún mayor en los estados más pobres, donde los migradólares representan más del 10% del PIB. Ante este panorama, los analistas llaman a considerar estrategias internas para diversificar fuentes de ingreso y fortalecer la economía local frente a la dependencia de remesas.







