El Parlamento francés aprobó este miércoles una reforma histórica que redefine la violación como todo acto sexual sin consentimiento, incorporando por primera vez el principio del consentimiento expreso en el Código Penal. Con esta medida, Francia se une a países europeos como España, Alemania y Suecia, que ya cuentan con leyes centradas en el consentimiento.
La norma, aprobada tras un largo debate legislativo, establece que el consentimiento debe ser “libre, informado, específico, previo y revocable”, y aclara que no puede deducirse del silencio o la falta de resistencia. Además, ratifica que no existe consentimiento cuando el acto ocurre bajo violencia, coacción, amenaza o sorpresa. La diputada centrista Véronique Riotton, coautora del texto, celebró la aprobación como un cambio cultural “de una cultura de la violación a una cultura del consentimiento”.
Organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres, como Amnistía Internacional Francia, calificaron la reforma como “un paso histórico”, aunque insistieron en la necesidad de fortalecer la educación sexual, capacitar al personal judicial y policial, y garantizar más recursos para atender a víctimas de violencia sexual.
El debate que impulsó esta legislación resurgió tras el caso de Gisèle Pelicot, una mujer cuyo exmarido fue condenado por drogarla e invitar a desconocidos a violarla. Este caso emblemático visibilizó las carencias del sistema legal francés en torno al consentimiento y motivó una reflexión nacional. Con esta nueva ley, Francia da un paso firme hacia una justicia más sensible y equitativa en materia de violencia sexual y de género.
 
								 
								 
				 
															



 
								


