El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hizo un llamado a la unidad nacional luego de la sangrienta operación policial realizada en Río de Janeiro, que dejó al menos 120 personas muertas, la mayoría presuntos miembros de bandas criminales. El mandatario subrayó que el país necesita enfrentar la violencia desde una estrategia integral y no solo mediante la fuerza.
Durante un acto oficial en Brasilia, Lula afirmó que la lucha contra el crimen organizado requiere la colaboración entre el gobierno federal, los estados y la sociedad civil. “Brasil no puede seguir viviendo con el miedo como rutina. Necesitamos una política de seguridad basada en la inteligencia, la educación y la inclusión social”, declaró el presidente.
La operación, llevada a cabo en varias favelas de la zona metropolitana de Río, fue una de las más extensas en la historia reciente del país. Según las autoridades, el objetivo era desmantelar redes vinculadas al narcotráfico y recuperar el control de territorios dominados por grupos armados. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han exigido una investigación por el elevado número de víctimas.
Lula Da Silva insistió en que el combate a la criminalidad debe ir acompañado de inversión social y oportunidades laborales en las comunidades marginadas. También pidió fortalecer la coordinación entre las fuerzas de seguridad y mejorar la capacitación de los cuerpos policiales para evitar abusos. El mandatario aseguró que el gobierno federal respaldará a Río de Janeiro en su reconstrucción social tras los hechos violentos.







