La multinacional española Telefónica se encuentra en la fase final de negociación para desprenderse de su operación en México con la venta de Movistar a la firma Beyond ONE —propietaria de la marca Virgin Mobile México— por un monto que superaría los 500 millones de euros.
Este movimiento forma parte de la estrategia de Telefónica, encabezada por su nuevo presidente ejecutivo Marc Murtra, de abandonar mercados latinoamericanos menos rentables para concentrarse en Europa y Brasil. La operación sigue pendiente de aprobación por parte de la nueva Comisión Nacional Antimonopolio (CNA), cuya creación y alcance regulatorio podrían complicar o demorar el cierre del acuerdo.
Desde el mercado mexicano, Movistar ha registrado graves retrocesos: en 2024 reportó la pérdida de cerca de 900 000 accesos ante la feroz competencia y los márgenes cada vez más ajustados. Su traspaso a Virgin Mobile implicaría varias implicaciones: para los clientes es hoy una fuente de incertidumbre respecto al futuro de sus planes, cobertura y atención; para el mercado, la transacción podría generar cambios en la estructura competitiva del sector móvil. A pesar de que Virgin Mobile opera como operador móvil virtual (OMV) con presencia limitada, esta compra le abriría una vía para ganar escala y protagonismo.
De concretarse, la venta no solo simbolizaría la retirada de Telefónica de casi todo el continente latinoamericano, sino también un golpe simbólico al escenario de las telecomunicaciones en México: una marca histórica que se retira y una nueva que buscará escalar. La regulación y los posibles efectos sobre competencia serán determinantes en los próximos meses.







