Un tribunal estadounidense concluyó que la investigación penal en contra de James Comey presentó una serie de fallas graves en su desarrollo y procedimiento. El juez advirtió que un agente del FBI y un fiscal pudieron haber comprometido la integridad del gran jurado al actuar con parcialidad, lo que despertó dudas sobre la validez del proceso.
En su fallo, el magistrado ordenó que los documentos del gran jurado sean entregados a la defensa del exjefe del FBI para garantizar que se respeten los derechos del acusado. Argumentó que, aunque este tipo de decisiones se adoptan rara vez, el caso reúne circunstancias excepcionales que requieren transparencia y revisión judicial.
Las autoridades señalaron que la fiscal involucrada estaba alineada políticamente con intereses del Gobierno y que la investigación podría haber sido influida por presiones externas. Esto reaviva el debate sobre la independencia del sistema de justicia y la necesidad de que la fiscalía actúe con total imparcialidad, incluso en casos de alto perfil político.
El fallo abre la posibilidad de que se reconsidere la acusación formal contra Comey y podría generar repercusiones para futuros procesos que involucren al gran jurado. La defensa acogió la decisión como una victoria clave en su estrategia legal, mientras que el Gobierno aún no se pronuncia oficialmente sobre el impacto de esta resolución.







