La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) anunció la apertura de un nuevo paquete de licitaciones para proyectos estratégicos vinculados a la operación y modernización de la vía interoceánica. Sin embargo, el proceso llega con una restricción clave: empresas chinas no podrán participar. La decisión marca un cambio importante en la política de contratación del Canal, que durante años mantuvo relaciones activas con compañías del país asiático.
De acuerdo con autoridades panameñas, la exclusión responde a criterios de seguridad nacional y a la necesidad de fortalecer alianzas con socios considerados estratégicos para el país. En los últimos años, Estados Unidos ha expresado preocupación por la creciente presencia de China en infraestructura sensible en América Latina, incluyendo el Canal. La ACP señaló que busca garantizar que los procesos se ajusten a estándares de transparencia y que fomenten la cooperación con países aliados.
Las licitaciones incluyen obras de mantenimiento, ampliación de sistemas de abastecimiento de agua y mejoras tecnológicas esenciales para enfrentar los retos derivados del cambio climático y la reducción de niveles hídricos. La institución destacó que estas inversiones son prioritarias para asegurar la eficiencia del Canal y su competitividad en el comercio global.
Expertos en geopolítica consideran que la decisión podría tensar la relación entre Panamá y China, especialmente tras años de inversión e interés asiático en infraestructura regional. Sin embargo, sostienen que el movimiento también refuerza la influencia estadounidense en el país y redefine el equilibrio estratégico en torno al Canal, una de las rutas comerciales más importantes del mundo.