Deutsche Bank ha revisado significativamente al alza su previsión para el precio del oro, proyectando que el metal precioso podría alcanzar los $4.450 dólares por onza en 2026. Esta nueva proyección, que representa uno de los pronósticos más optimistas de Wall Street, se basa en la expectativa de una demanda sostenida de refugio seguro por parte de inversores y compradores oficiales.
La principal tesis del banco se centra en el contexto de riesgo geopolítico y la fragmentación económica que domina la escena global. La persistencia de la guerra en Ucrania, las tensiones comerciales entre EE. UU. y China, y la inestabilidad política interna en varias economías desarrolladas están impulsando la aversión al riesgo, llevando a los inversores a buscar el oro como un valor de reserva fiable.
Críticamente, el segundo factor estructural que impulsa la previsión es la demanda récord y sostenida de los bancos centrales. Entidades de países como China e India han estado comprando oro de manera agresiva como una estrategia de diversificación de reservas y reducción de la dependencia del dólar estadounidense. Esta compra institucional actúa como un suelo firme para el precio y limita el potencial de caídas significativas.
El rally del oro es un indicador financiero de la falta de confianza en el sistema fiduciario tradicional. Deutsche Bank advierte que, si bien una eventual moderación de la inflación y una bajada de las tasas de interés podrían aliviar la presión sobre los bonos, el atractivo del oro como cobertura contra la incertidumbre política y fiscal se mantendrá intacto.



