México enfrenta un importante rezago en el uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) en el ámbito educativo y profesional, en comparación con los países de la OCDE. Aunque el 81% de la población tiene acceso a internet, la mayoría de estos usuarios se encuentra en zonas urbanas y utilizan principalmente las TICs para redes sociales y mensajería instantánea, dejando de lado aplicaciones más complejas como la instalación de software.
Según la OCDE, solo el 22% de los usuarios urbanos en México ha descargado o instalado software como la paquetería de Office o Adobe. En las zonas rurales, donde predominan comunidades pobres e indígenas, esta cifra es aún más baja: apenas el 8% ha realizado estas actividades tecnológicas.
Este retraso en el uso avanzado de las TICs se debe, en gran parte, a la falta de infraestructura en telecomunicaciones y a un acceso limitado a la educación en informática, lo que contribuye a agrandar la brecha digital entre zonas urbanas y rurales en el país.