Los precios del crudo subieron el viernes, marcando su mayor ganancia semanal en más de un año, impulsados por las crecientes tensiones en Oriente Medio. El Brent aumentó 0.6%, cerrando en 78.05 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) subió 0.9% para establecerse en 74.38 dólares por barril. Estos incrementos reflejan el temor a una escalada del conflicto en la región, especialmente después de que Israel amenazara con atacar a Irán en represalia por el lanzamiento de misiles contra su territorio.
A lo largo de la semana, el crudo Brent acumuló un aumento del 8%, la mayor subida semanal desde enero de 2023, mientras que el WTI ganó 9.1%, su mayor avance desde marzo del mismo año. A pesar del impulso inicial, los precios retrocedieron luego de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, desaconsejara a Israel atacar las instalaciones petroleras de Irán, sugiriendo alternativas a una acción militar directa.
La posibilidad de una guerra más amplia en Oriente Medio ha generado inquietud en los mercados energéticos, debido al papel crucial de la región en el suministro global de petróleo. Los analistas de JPMorgan advirtieron que los bajos niveles de inventarios mundiales de crudo, actualmente en 4,400 millones de barriles, podrían mantener los precios elevados en el corto plazo. En 2022, el crudo Brent cotizaba a 92 dólares, lo que indica una tendencia alcista mientras persistan las tensiones.
Por otro lado, la correduría StoneX señaló que, de producirse un ataque a la infraestructura petrolera iraní, los precios del petróleo podrían incrementarse entre 3 y 5 dólares por barril, lo que afectaría aún más los ya ajustados suministros globales.